La caducidad de la ColorChecker y otras cartas de referencia

Los pigmentos con el tiempo se deterioran: esto puede deberse a varios factores, el principal factor es la incidencia de la luz. De forma irremediable irá provocando una variación en los valores de las cartas de color.

Otros factores pueden ser el tipo de pigmentos, el aglutinante, el soporte sobre el que están impresos y su oxidación.

Algunos fabricantes indican que una carta debe remplazarse según su uso entre 12 y 24 meses. Es una afirmación que debemos tomarnos como una sugerencia.

El deterioro de una carta viene determinado fundamentalmente por su exposición a la luz y sus condiciones de conservación. Al haber usado cartas de tipo ColorChecker durante más de 20 años tenemos varias unidades y hemos realizado el siguiente test entre dos cartas entre las cuales hay 11 años de diferencia.

Hay diferencias evidentes entre las dos cartas, una ha sido utilizada durante más de 10 años y la otra no tiene ningún uso. También es más que probable que haya más diferencias entre ambas cartas por los defectos de la fotografía que por las diferencias físicas que deberían ser medidas directamente con un espectrofotómetro o mediante escáner o una fotografía con unas condiciones de luz más rigurosas.

Es posible que el tiempo invertido en encontrar diferencias, si lo usáramos en controlar otros factores, ganaríamos bastante más precisión. Una carta bien conservada, en un lugar protegido de la luz solar y el calor, usada de forma correcta, se puede usar durante 5 o 10 años. Evidentemente, uno es libre de remplazarla cada 12 o 24 meses, aunque sea innecesario.