Ambos modelos admiten calibración por hardware gracias al software de calibración ColorNavigator que incluyen de serie, si bien este software requiere para su uso de un sensor de calibración. Aquí es donde encontramos una de las primeras diferencias entre los CS y los CG, puesto que para calibrar un ColorEdge CS con ColorNavigator hemos de contar con un calibrador externo USB que poder conectar para realizar las mediciones (siendo el modelo más recomendable el i1Display Pro).
En los modelos de la serie CG en cambio el propio monitor ya integra un sensor de calibración en el propio marco del monitor y por tanto podemos llevar a cabo la calibración de forma totalmente autónoma sin depender de elementos externos, pudiendo incluso programar la calibración para que se lleve a cabo cuando no estemos presentes (por ejemplo de madrugada) y pudiendo dejar el equipo apagado ya que el monitor se encendería en el momento programado, se calibraría y se apagaría de nuevo transmitiendo al día siguiente la información al equipo cuando lo encendiéramos de nuevo.
Por otra parte los modelos CG incluyen de serie una visera de la propia Eizo. Cabe distinguir también dentro de los modelos CG los de gama más alta (que serían el CG247X y el CG277) puesto que estos modelo cuentan con una electrónica más potente con ciertas funciones adicionales orientadas principalmente a factores relacionados con la edición de vídeo. Igualmente las viseras del CG247X y el CG277 pueden montarse tanto con el monitor en formato paisaje (horizontal) como en formato retrato (vertical). Otros modelos CG algo más básicos serían el CG2420 y el CG2730 (este último de lanzamiento inminente), en estos modelos se han recortado algunas funciones en comparación con los CG247/CG277, la visera que incluyen solo se monta en formato horizontal y el sensor de calibración integrado no admite una posterior validación (una comprobación que sí se puede hacer con un calibrador externo en un CS o en un ColorEdge de alta gama).
